viernes, 30 de abril de 2010
Las Grietas
Cuando todavía no se había descubierto el hierro el hombre ya había percibido que para cortar una roca era necesario insertar una cuña de madera humedecida en ciertas grietas de su estructura, con ello lograba que la mole se desprendiera de la cantera. No cualquier grieta produce este efecto, lo mismo, en la talla de diamantes es sabido que existen determinados puntos en los que el tallador puede golpear para lograr facetar y tallar la piedra más dura conocida. En la historia, y hoy en día, podemos ver como pequeños cambios en circunstancias y lugares adecuados produjeron revoluciones, la subida o decadencia en poco tiempo de movimientos sociales.
Los ilusionistas hacen uso de las grietas perceptivas para hacer aparecer o desaparecer “mágicamente” delante de los espectadores los objetos que toma por “reales”, el humorista hace uso de las grietas que se producen en el cambio de contexto inesperado para provocar la risa como efecto, el embaucador aprovecha las grietas provocadas por el conjunto de reglas, suposiciones y creencias del embaucado para timarlo. Pero también grandes descubrimientos se hicieron a través de las grietas de los pensamientos, en general cuando todo parece estar establecido y el modelo aceptado por toda la comunidad, aparece algún “genio” que se aparta del modelo, mete el dedo en la llaga del mismo y encuentra una grieta que abre nuevas puertas.
Todo esto me ha llevado a pensar que el verdadero andamiaje no es la estructura perceptible, aquella que en consenso describimos como “realidad” y a la que ponemos etiquetas en cada uno de sus aspectos, sino el conjunto de grietas que posee y que al igual que “la otra cara de la moneda” no pueden existir una sin otra, sin embargo en la red de grietas es en donde está la dinámica acelerada y quién conoce esa estructura puede pasar de un lado a otro del muro, derribarlo con un grito y reconstruirlo con una mirada.
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