El precipicio acecha, y en el instante
en que la duda nos congela
la maraña de emociones y visiones
nos dibujan mil caminos paralelos
entretejidos en red hacia al abismo.
Esa frontera que separa,
esa puerta entrecerrada,
esa palabra retenida,
esa mano detenida
hacia el contacto
son metáforas activas
del caos que arremete
en la conciencia
cuando la duda,
cual destello,
nos ciega con
la imagen del espejo:
¿la decision es nuestra?,
¿la voluntad no basta?,
¿querer no alcanza...?
La confusion se instala
mientras caemos
despeñados...
entregados...
atraidos a las fauces
como algo inevitable
incontrolado....
divididos y enfrentados
por dudar...
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