domingo, 4 de noviembre de 2012

Aguila soy


Aguila soy, y a mis cóngeneres observo,
no en competencia absurda
de sus capacidades anodinas
sino mas bien en esperanza
de compartir el vuelo peregrino
que la armonía, en la distancia, otorga.
La sangre de mis venas se desborda,
y el grito mientras caigo,
veloz hacia la presa, se desgarra
y en el instante en que mi ser atrapa,
soy atrapado, devoro y devorado.
Pequeña es la morada de la razón obtusa,
más pequeño es el espacio del saber
y áun minúscula es la cárcel del deber....
SER y no ser nada,
pero ser en el disfrute de un momento
en el que el alma, si acaso existe,
se siente viva en medio del tormento,
es SER, sabiendo compartida,
la incertidumbre de verse en el espejo,
de otras almas reflejada:
la misma llama,
el mismo aliento,
la misma esencia,
el mismo anhelo,
el mismo vuelo hacia la nada....,
que nos espera acongojada,
sabiendo que el vacio,
la nula dimensión que nos absorve
jamas sera llenada....

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