martes, 8 de febrero de 2011
El Hilo Conductor: Las Fuentes
El agua es un elemento vital para la vida. Los seres humanos han almacenado y distribuido el agua durante siglos. En la época en que el hombre era cazador y recolector el agua utilizada para beber era agua del río. Los asentamientos humanos se producían siempre cerca de lagos y ríos. Cuando no existían lagos y ríos las personas aprovechaban los recursos de agua subterráneos mediante pozos. Cuando la población humana comienza a crecer de manera extensiva, comienzan a hacerse canalizaciones de agua empezando a desarrollar los sistemas de transporte y distribución del agua. Este transporte se realizaba mediante canales sencillos, excavados en la arena o las rocas y mas tarde se comenzarían a utilizar tubos huecos. Por ejemplo en Egipto se utilizan árboles huecos de palmera mientras en China y Japón utilizaban troncos de bambú y más tarde, se comenzó a utilizar cerámica, madera y metal. El agua solía llevarse asi hacia las fuentes públicas y privadas.
Las fuentes en un inicio se hallaban en las plazas o lugares céntricos de los pueblos para abastecer de agua a los habitantes y calmar la sed de sus animales. Solían ser lugares de encuentro que propiciaban las relaciones sociales de la comunidad.
En algunas culturas, como la islámica, las fuentes, además de su utilidad para abastecer agua, adquirieron connotaciones artísticas y prácticas como elementos aclimatadores.
En Europa, los artistas y arquitectos renacentistas mostraron su ingenio y destreza en hermosos diseños de fuentes, tanto públicas como de uso privado, culminando en los desbordantes y complejos conjuntos escultóricos que muestran las fuentes del arte barroco.
Es natural que La Fuente se haya ido incorporando como un elemento simbólico del inconsciente colectivo a tal punto que en nuestro lenguaje cotidiano utilizamos ese concepto primigenio de recurso donde nutrirse de agua potable como idea aplicada a un sin número de circunstancias diversas, asi por ejemplo hablamos en Física de fuente de luz o fuente de un campo; en informática de código fuente, en electrónica fuente eléctrica, fuente de energía, fuente de alimentación, en metodología de investigación hablamos de fuentes históricas, fuentes documentales, fuentes del derecho, fuentes arqueológicas.
De esta manera, a partir de un recurso tan vital como es el agua y de lo que en un momento histórico representó en los asentamientos humanos el punto donde abastecerse, hemos creado un símbolo polisémico cuya fuente nos pasa desapercibida :)
martes, 1 de febrero de 2011
El Hilo Conductor: Los Zapatos
Parece ser que la historia remonta la existencia del calzado a 10.000 años AC es decir finales del paleolítico puesto que se han encontrado vestigios que sugieren su presencia en pinturas rupestres de España y del sur de Francia, sin embargo Erik Trinkaus, un antropólogo físico sostiene que su uso comenzo en un período comprendido entre 40000 y 26000 años atrás, para ello se basa en la disminución del grosor de los huesos de los pies que tuvo lugar durante ese período. Mas allá de sus formas y materiales, los calzados parecen haber estado ligados siempre a una imagen de rango social e incluso adquirieron connotaciones de símbolo en ritos y mitos en todas las culturas, así por ejemplo en la Biblia Ruth 4:7 se señala:
Había desde antaño la costumbre en Israel, tocante a la Redención y las transacciones, que para dar vigencia a cualquier asunto uno se quitaba la sandalia y la daba al otro. Y esto Servía de testimonio en Israel.
Otra costumbre hebrea era tachonar las suelas de los calzados femeninos con el nombre de su amado para que cuando caminaran quedara impreso en la tierra.
En la cultura china, por ejemplo en el siglo X se estableció un ideal de belleza femenina que asociaba un gran erotismo a los “pies de loto”, una deformación lograda vendando los pies y usando un calzado minúsculo que además aseguraba que las niñas tuvieran que caminar con pasitos cortos, no pudiendo alejarse mucho de sus casas, esta costumbre se propago por toda china y fue prohibida recién en 1911 quedando constancia de el último caso de aplicación de esta horrible tortura zapateril en 1957. Los griegos en un principio andaban descalzos y llevaban colgadas sandalias para usarlas sólo cuando eran necesarias, pero luego su uso se fue popularizando llegando a tener distintos calzados con distintas funcionalidades, asi por ejemplo los Krepis sólo podían ser utilizados por los hombres libres. Los romanos en cambio no gustaban andar descalzos pues ese era un símbolo de esclavitud, en Roma, colores, materiales y formas del calzado eran determinados de acuerdo al status: el rojo, por ejemplo, era exclusivo de los emperadores; los cónsules usaban zapatos blancos; los senadores zapatos marrones con cuatro cintas negras de cuero atadas con dos nudos y las legiones llevaban unos botines flexibles, cómodos y resistentes con los dedos descubiertos –los Campagi Campagus- a los que a veces se adicionaban trozos de hierro para mayor protección.
En la mitología vemos como gracias a las sandalias aladas prestadas por Mercurio, Perseo vence a la Gorgona, o cómo el ingenioso gato pide a su dueño unas botas para urdir un plan para salvar a su dueño de la pobreza (El Gato con Botas de Perault); o las botas de las siete leguas que Pulgarcito roba al ogro para convertirse con ellas en mensajero del rey (analogia con Mercurio y sus sandalias aladas que hacen de él el mensajero de los dioses). La cenicienta es otro cuento que se resuelve a través del calzado y la imagen de la primer pisada en la luna quedará grabada en la memoria de la humanidad como un hito de superación planetaria. De esta manera vemos cómo un mero objeto que ha acompañado la evolución de la humanidad ha logrado un lugar muy especial en cuanto objeto material y como símbolo polisémico del inconsciente colectivo.
Ecos y Reflejos: ¿Angustia?
¿angustia?
En este mundo consumista que hemos creado, las tareas cotidianas se nos acumulan dando muy poco lugar a la reflexión, ya Maslow había señalado en su famosa pirámide que mientras no se satisfacen las necesidades primarias asociadas a la supervivencia, no surgen las llamadas necesidades superiores, y que los comportamientos surgen de las necesidades insatisfechas, puesto que las necesidades satisfechas no generan comportamientos. Ahora, viendo nuestra sociedad, me pregunto si no se nos ha logrado engañar creando necesidades primarias ficticias de manera tal que la raíz de la angustia individual está en esa huida hacia adelante en la esperanza de conseguir ser algo – ojo, no digo ser alguien, porque eso requiere tomar conciencia de donde estamos y quienes somos y llegar a niveles de reflexión sobre lo que es la autorealización, sino que lo único que parece importarnos es realizarnos como “algo” es decir un mero objeto y a un nivel casi asociado al nivel de las necesidades fisiológicas.
Pienso que la imposición de “roles” y la homogeneizacion de prototipos de consumo nos dibujan como meras piezas de una maquinaria, como nichos potenciales de consumo. Asi, ser algo es ser un prototipo consumista de alguna de las estanterías preclasificadas por la picacarne de la publicidad y el marketing. Hay estanterías para todos los colores y todos los gustos, y con poderosas luces de neón, musiquillas pegadizas, o cuentas de cristal, nos presentan la oportunidad de “identificarnos” con alguno de esos prototipos. Tribus urbanas, OT, GH, programas del corazon, pasa palabra, futbol, partidos politicos, etc. Todo son cantos de sirenas del mismo monstruo de mil cabezas. Lo curioso es que a ese monstruo lo hemos creado nosotros mismos, como el Dr. Frankestein a su criatura. La no pertenencia a alguna de esas estanterías nos plantea una angustia que nos impulsa a un comportamiento consumista, como la zanahoria delante del burro, es decir lo inalcanzable por ser ireal que nos aleja cada vez mas de ser realmente alguien.
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