martes, 1 de febrero de 2011
Ecos y Reflejos: ¿Angustia?
¿angustia?
En este mundo consumista que hemos creado, las tareas cotidianas se nos acumulan dando muy poco lugar a la reflexión, ya Maslow había señalado en su famosa pirámide que mientras no se satisfacen las necesidades primarias asociadas a la supervivencia, no surgen las llamadas necesidades superiores, y que los comportamientos surgen de las necesidades insatisfechas, puesto que las necesidades satisfechas no generan comportamientos. Ahora, viendo nuestra sociedad, me pregunto si no se nos ha logrado engañar creando necesidades primarias ficticias de manera tal que la raíz de la angustia individual está en esa huida hacia adelante en la esperanza de conseguir ser algo – ojo, no digo ser alguien, porque eso requiere tomar conciencia de donde estamos y quienes somos y llegar a niveles de reflexión sobre lo que es la autorealización, sino que lo único que parece importarnos es realizarnos como “algo” es decir un mero objeto y a un nivel casi asociado al nivel de las necesidades fisiológicas.
Pienso que la imposición de “roles” y la homogeneizacion de prototipos de consumo nos dibujan como meras piezas de una maquinaria, como nichos potenciales de consumo. Asi, ser algo es ser un prototipo consumista de alguna de las estanterías preclasificadas por la picacarne de la publicidad y el marketing. Hay estanterías para todos los colores y todos los gustos, y con poderosas luces de neón, musiquillas pegadizas, o cuentas de cristal, nos presentan la oportunidad de “identificarnos” con alguno de esos prototipos. Tribus urbanas, OT, GH, programas del corazon, pasa palabra, futbol, partidos politicos, etc. Todo son cantos de sirenas del mismo monstruo de mil cabezas. Lo curioso es que a ese monstruo lo hemos creado nosotros mismos, como el Dr. Frankestein a su criatura. La no pertenencia a alguna de esas estanterías nos plantea una angustia que nos impulsa a un comportamiento consumista, como la zanahoria delante del burro, es decir lo inalcanzable por ser ireal que nos aleja cada vez mas de ser realmente alguien.
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chapó al primer párrafo, puede que haya dado en el clavo en por qué en el mundo actual de casi 10 mil millones de humanos apenas haya quizás unos miles que de vez en cuando se paren a reflexionar un poco más allá del día a día... No veo sin embargo tanta relación con el segundo párrafo. No creo que sea necesario estar embobado con ningún culebrón-programa-tribu para lo primero. En todo caso esos cutre-ocios sólo ayudan a eliminar el poco tiempo de reflexión que pueda quedar después de haber cubierto las infinitas necesidades básicas diarias actuales.
ResponderEliminarcon el segundo párrafo quería ejemplificar más la forma en que somos "cosificados", no apuntaba tanto al tiempo quitado a la reflexion sino a como esos bombardeos son parte de los medios para crear/mantener las necesidades ficticias insatisfechass. (modas, mensajes subliminales, propaganda encubierta, merchandising, etc. etc.). Cuando no se puede vivir sin tener el televisor encendido es señal de la dependencia creada.
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